sábado, 27 de julio de 2013

Preparar el viaje: la maleta



Aquí unos consejos sobre como preparar las maletas:

- Una maleta facturada NO es suficiente: piensa  que vienes para una larga temporada (si es que vienes para más de 3 meses). Cuando me vine lo hice con tres maletas: una grande, una mediana y la de cabina, y aun así me faltó espacio. Por cierto, el tener estos tres tamaños me ha venido de perlas porque al caber una dentro de la otra ocupan menos espacio en la habitación.

- Usa bolsas de vacío para la ropa: el Reino Unido es un país bastante frío y los abrigos, chaquetas y chubasqueros ocupan mucho espacio, más un pijama gordito, las toallas, algo de ropa de verano por si le da por salir el sol... La ropa fue un 70% de mi equipaje y estas bolsas me permitieron reducir volumen en la maleta, aunque vigila con el peso!

- Cosas que puedes comprar aquí: hay ciertos productos que en Inglaterra puedes encontrar muy baratos en las tiendas de "todo a una libra". Cosas como: jabones, champús, pasta de dientes, cera de depilar, material de escritorio, medicinas comunes (ibuprofeno, paracetamol, etc),

- Regalos: no está de más el quedar bien con la familia y especialmente con los niños. A la madre le traje una botella muy bonita de aceite de oliva virgen extra (decidí que mejor no le traía vino y acerté porque no le gusta) y unas galletas. A las niñas les regalé un abanico con el emblema de mi ciudad a cada una. Les hizo gracia pero sin más, allí lo tienen.

- Entretenimiento personal: no te olvides de esos momentos en los que vas a estar en casa sin mucho que hacer. El portátil, la Nintendo DS y un par de libros fueron los elegidos. No te olvides de sus respectivos cargadores y un ladrón para conectarlos nunca te vendrá de más, así con un adaptador de corriente te será suficiente.

- Para los que vienen con British Airways o Iberia: estas dos compañías permiten al pasajero entrar en el avión con la maleta de cabina y una bolsa. Mi consejo es que cojas un bolso grande de los que se llevan ahora y aproveches para meter el portátil y aquellas cosas pequeñas que no te hayan cabido en las maletas.

Si se me ocurre alguna cosa más (seguro) actualizaré la entrada.

jueves, 25 de julio de 2013

Esa es la actitud



Es inevitable que cojas (mucho) afecto a un niño cuando pasas tanto tiempo con él y que ellos te lo cojan a ti. Este afecto es el que te hace querer participar un poco en su educación. Al principio, cuando empiezan a conocerte y estás sola con ellos, les pondrás unas pautas para cuando estén contigo y seguramente las sigan a rajatabla. Sin embargo con los padres esos hábitos ya los tienen más que adaptados a sus gustos y puede que a ti, personalmente, no te parezcan los mejores.

En mi caso los niños cambian completamente de personalidad cuando están conmigo y cuando están con la madre. Yo tiendo a ser bastante estricta en lo que a hábitos se refiere (no hay dulces entre comidas, solo un objeto/juguete cuando salimos a pasear, el dedo no se chupa, modales en la mesa, etc.), pero con la madre saben que nunca tendrán un No por respuesta y se aprovechan de ello (¡incluso el tono de voz es distinto!).

Cuando ves este cambio de actitud es inevitable sentir cierta rabia, pues todo el esfuerzo que pones en no consentir demasiado se esfuma con la llegada de sus progenitores. ¿Pero sabes qué? No son mis hijos y nunca lo serán. Yo estoy aquí para ayudar en lo que se pueda y para eso tengo que moldearme a lo que la madre quiere para ellos. En mi opinión esta es la actitud que hay que tomar.