miércoles, 12 de junio de 2013

Greeting cards



"- Me han invitado a un cumpleaños y apenas l@ conozco!
- No te preocupes, tengo la solución: escríbele una greeting card y tu problema estará resuelto!"

Así es, tarjetas de felicitación, ese gran desconocido en la cultura española. Pero no te preocupes, una vez te hayas habituado pasarás a ser un@ más en la cadena interminable de las greeting cards.

La verdad es que yo nunca fui de las que felicitaba los cumpleaños con una tarjeta, normalmente alguien la compraba y yo, simplemente, la dedicaba y firmaba y hasta aquí mi relación con las tarjetas en España. Pero pasada una semana desde mi llegada llegó mi primer cumpleaños inglés y recibí tres: familia y dos amigas que había hecho y que ya llevaban un tiempo aquí. Luego llegaron las Navidades: greeting cards de parte de la familia, amigos de la familia, los abuelos... Sí, aunque parezca raro, casi unos completos desconocidos me daban también una. Y podría seguir y seguir...

Entonces claro, te añades a la cadena de "devolución" de tarjetas, si te han regalado para tu cumpleaños, regalas para sus cumpleaños, si te han dado para Navidades, las devuelves, etc. y al final le acabas cogiendo el gustillo a la cosa y les mandas también a tus padres, hermanos, abuelos... Por mi parte he decidido que a partir de ahora me limitaré a los cumpleaños y a ocasiones muy especiales, porque si cuentas tooooodas las festividades que hay por aquí no terminas nunca y la verdad es que para que luego terminen en la basura, paso.

Mi familia recibió más de 100 postales durante las Navidades pasadas y mandaron otras tantas, menudo malgaste de papel. Puedes encontrar postales de todo tipo, si quieres una para el primer cumpleaños de tu ahijada, allí está; si buscas para el 35 aniversario de tu matrimonio, allí está; para el 24 cumpleaños de tu sobrina, allí está. A mi alrededor todos saben los cumpleaños de todos, así como los eventos ocurren dentro de cada familia.

Pero la cosa no termina aquí, y es que para los ingleses (que yo conozco) el hecho de mandar greeting cards es casi una adicción. Y es que la cosa ya no se queda en felicitar una ocasión, sino que siendo tan polite, también se espera una postal de agradecimiento. Ejemplo: vinieron 20 niños al cumpleaños de una de las niñas. Pues la madre se dedicó a apuntar qué regalo recibía y de quien, para luego poder mandar una tarjeta dando las gracias...

Pues está todo dicho, sólo me queda mandaros una postal agradeciendo que me leáis!